Los renglones torcidos de Dios |
Lo que nos puede parecer adverso, acaba derivando en favorable a nuestros intereses. Las primeras impresiones pueden engañar...
Cabe preguntarse, ante estos renglones torcidos que surgen y con los que nos hemos de enfrentar, si merece la pena planificar o improvisar.
Nuestro deambular breve impide tener la perspectiva necesaria para captar el contenido general de lo que se trata (algunos le llaman visión histórica). Como el pez incapaz de darse cuenta que está dentro del agua.
La frase se atribuye a Santa Teresa de Jesús en el siglo XVI, pero muchos otros la hemos utilizado. Sin ir más lejos, Torcuato Luca de Tena, en 1979 escribió una novela policíaca que se desarrolla en un psiquiatrico con el título «Los renglones torcidos de Díos».
No hay comentarios:
Publicar un comentario