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domingo, 23 de octubre de 2016

Reinos de Taifas

Los días y las frases: Reinos de Taifas, origen y significado.
reinos de taifas
Imágen de los Reinos de Taifas
La Peninsula Ibérica durante ocho siglos perteneció al Al-Ándalus. Como queda atestiguado con numerosas palabras que se han incorporado a nuestro idioma como por ejemplo taheño, filfa, baraka, etc

Concretamente en el siglo VIII de nuestra era (en el siglo II de la Hégira) se produjo una gran crisis en el imperio árabe produciéndose la escisión entre la dinastía abbasí y la omeya. El príncipe omeya huido, Abderramán I, tras conquistar parte de la Península Ibérica fundó en Córdoba en el año 756 el califato omeya. Y con la fundación de ese nuevo califato empezó a florecer una gran cultura basada en la integración entre las culturas árabo-magrebí e hispanogoda. Hasta el 1031, en el que tras más de 20 años de guerras civiles, se abolió el califato y se entró en una cierta decadencia. Abolido el califato, cada territorio, cada taifa (banda o facción en árabe) se quiso independizar, fue la época de los reinos de taifas y de ahí proviene la expresión. Uno de esos treinta y nueve  reinos de taifas, del que ya hemos hablado fue Toledo y sus noches.

Reinos de taifas
Mapa de los 39 Reinos de Taifas, s. XI
Después vino del Magreb una nueva dinastía, la almorávide de gran austeridad y pureza religiosa, el huevo de la serpiente  ya estaba puesto y se empezaba a incubar...unos siglos después el nazarí Boabdil perdió Granada frente a los Reyes Católicos, pero eso ya es otra historia.

Cuando una organización del tipo que sea, cada una de sus unidades o departamentos quiere actuar de forma independiente y autónoma, sin seguir las instrucciones de la central, sin tener en cuenta que pertenece a una entidad mayor, cuando las partes no quieren formar un todo, se convierten en reinos de taifas.

Y la historia nos demuestra que es el preludio de su decadencia.


sábado, 1 de octubre de 2016

¿Plegarias atendidas?

Los días y las frases: Plegarias atendidas, reflexiones en torno a los deseos y el motor de la historia.
plegarias atendidas las frases y los díasSanta Teresa de Jesús (s. XVI) lo dijo con extrema claridad: se derraman más lágrimas por las plegarias atendidas y añadió que por las desatendidas. Aquello que se desea y se obtiene defrauda entre otras cosas porque antes se idealiza...

Lo que se materializa, se substantiviza, se realiza, tiene consecuencias, efectos y siempre existen efectos secundarios no deseados ─como los medicamentos─ ni previstos.
Lo no realizado queda en ese limbo que ni beneficia ni perjudica, se diría que es neutro

Truman Capote (1924-1984) siglos después escribió una novela con ese título ─Plegarias atendidas─ que no he leído y no creo que lea, de manera que formará parte del conjunto casi infinito de pendiente de lectura. Fue una novela póstuma (y quién sabe si inacabada). Como todo lo póstumo no contó con el visto bueno del autor (las voluntades no respetadas).

Mucho antes que Santa Teresa ─los clásicos inevitablemente─, los epicúreos propugnaron la ataraxia, la anulación de los deseos o la apatheia de los estoicos. También en las tradiciones orientales se basan en la anulación de los deseos. Buda identificó deseo con dolor y estableció una doctrina en torno de la renuncia

Sin embargo, en el deseo está el motor del cambio. Ernst Bloch (Alemán, 1885 - 1977) puso la esperanza de la humanidad en la utopía (en un deseo, en una plegaria que por definición jamás se atenderá) y como marxista creía en el progreso hacia un fin en el que la humanidad sería, por fin, libre.  Y ese motor de progreso no era otro que la esperanza de poder alcanzarlo...

Siempre existe esa dualidad en todos los temas de fondo, contrapuestos, que muchos tratan de superar con una síntesis dialéctica, con la proposición ─en muchos casos absurda─ de una tercera vía...

Parece sensato no confiar excesivamente en el futuro y en ese sentido parece buena idea la keynesiana de solucionar los problemas en el presente sin pensar en el largo plazo. Aunque, por otro lado, conviene planificar, tener un plan, un guión. El tener deseos, ilusión, perspectivas motiva para avanzar ─y evitar la procrastinación─ aunque finalmente estos deseos acaben cumpliéndose y nos tengamos que arrepentir.