Alberto Durero, Cuatro libros de las proporciones del cuerpo humano, [1528] |
Publio Terencio Africano (siglo II a.C.) comediografo latino escribió en una de sus comedias: «Homo sum; humani nihil a me alienum puto.». Que traducido, más o menos, es «Hombre soy; nada humano me es ajeno.»
Esta frase fue pronunciada por el personaje de su comedia Cremes para justificar su intromisión en una conversación ajena.
Karl Marx, el filósofo que quedó diluido por la política, hizo de esta frase su máxima: nada humano me es ajeno. Pero no en el sentido de la intromisión sino de solidaridad y compromiso ético con la humanidad.
Esta confesión se la hizo a sus hijas contestando al famoso test de Proust (inventado por ellas) cual era su máxima (doctrina para dirigir las acciones morales). Para su lema (que hacer referencia al comportamiento en términos más generales) escogió: «De omnibus dubitandum» (Se debe dudar de todo). No en vano Ricoeur lo catalogó ─junto con Nietzsche y Freud─ como uno de los filósofos de la sospecha del siglo XIX.
Aquí se puede consultar todo el cuestionario de Marx, interesante pero no sorprendente.
Esta frase fue pronunciada por el personaje de su comedia Cremes para justificar su intromisión en una conversación ajena.
Karl Marx, el filósofo que quedó diluido por la política, hizo de esta frase su máxima: nada humano me es ajeno. Pero no en el sentido de la intromisión sino de solidaridad y compromiso ético con la humanidad.
Esta confesión se la hizo a sus hijas contestando al famoso test de Proust (inventado por ellas) cual era su máxima (doctrina para dirigir las acciones morales). Para su lema (que hacer referencia al comportamiento en términos más generales) escogió: «De omnibus dubitandum» (Se debe dudar de todo). No en vano Ricoeur lo catalogó ─junto con Nietzsche y Freud─ como uno de los filósofos de la sospecha del siglo XIX.
Aquí se puede consultar todo el cuestionario de Marx, interesante pero no sorprendente.
Excelente aportación....gracias... va de la mano este pensamiento con la aportación de JHON DONNE, Londres (1572-1631) metafísico ingles con el siguiente poema; Las Campanas doblan por ti. "... Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.
ResponderEliminarCada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti."
Un abrazo.
Muchas gracias por la excelente aportación. La incorporamos, pues, al blog.
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