Que la historia se repite ya lo hemos dicho, repetidamente --valga la redundancia--. La filosofía de la historia no deja de tratar sobre eso...
La otra cuestión es el del entrelazamiento, esa trama que va cubriendo el acontecer histórico y también del conocimiento, la symploké de Platón.
O César o nada, AUT CÆSAR AUT NIHIL, era el lema de Césare Borgia -- con su nombre italianizado porque esa valenciano--; lema gravado en su espada; señal inequívoca de sus intenciones y más siendo Papa.
Fue uno de los modelos que inspiraron inicialmente a Maquiavelo para su Príncipe --el capaz de conquistar con su audacia cualquier territorio enemigo-- aunque acabó defraudándole. La antropología maquiaveliana sostiene que el hombre es incapaz de cambiar y por eso, siempre acaba fracasando... por no saber adaptarse a los nuevos tiempos.
Pero el lema no era suyo, sino de otro de los grandes de la historia, Julio César; quien, cuando cruzó el río Rubicón desafiando la República Romana, no obligó a sus legiones a acompañarle y dándoles a elegir...su respuesta fue unánime "o césar o nada"; es decir, o la máxima gloria, la victoria o el rotundo fracaso. No conformarse con medianías, aspirar a lo máximo, sin importar el perderlo todo y quedarte en nada, algo parecido al quemar las naves de otro de los grandes. Atreverse a superar el reto sin temor a las consecuencias en busca del objetivo máximo, no temer conseguirlo, no verse capaz, conformarse con un calculo: es lo que ahora algunos coach llaman superar las creencias limitantes.
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