El deporte brinda buenas frases; el deporte ─en sus ocasiones más épicas─ emula la guerra y también a la vida. Así, el deporte no deja de ser un juego de imitación de la guerra, en el que se trata de lograr la victoria.
Thierry Sabine, el inventor del rally París-Dakar ─el auténtico, el de África─ utilizaba esta expresión «c'est del Dakar, patron» cuando algún participante se le quejaba por la dureza de la prueba. Era decirle «ya sabías a lo que venias»; «si no fuese duro, no sería el París-Dakar»; «de nada sirve quejarse».
Para estas pruebas de ultra-resistencia se debe tener un carácter berroqueño y una reciedumbre capaz de afrontar las adversidades sin queja, es decir, capacidad de resistir.
Algo muy parecido ocurre con la vida en general, todos sabemos que es muy dura y de nada sirve quejarse: cada vez más parece que se olvida esta cuestión. Unas veces se gana y la mayoría se pierde, e, incluso, dudo que lo importante sea participar...
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