Cygnus atratus |
Y, así de una tacada, se sacó dos frases para la posteridad: una, la de ser una rara avis, un bicho raro, algo poco frecuente.
Y, la otra, la que ahora me interesa comentar, la del cisne negro... sobre la que se ha montado una teoría incluso, la teoría del cisne negro.
Durante mucho tiempo se creyó que los cisnes negros no existían, que eran rara avis; y se asociaban a un suceso muy improbable. Pero un día se descubrió que sí, que existía una especie, una variante de cisne en Australia, por los colones ingleses en el siglo XVIII que era negro y eso causó una conmoción entre los naturalistas victorianos. Representó el descubrimiento de una nueva especie que se suponía que era imposible.
De esta situación Talleb, un matemático financiero de origen libanés, sacó unas conclusiones y escribió un libro que, precisamente, se titulaba El cisne negro. El impacto de lo altamente improbable. Básicamente analizó fenómenos no predecibles de internet como google o youtube y las conclusiones que extrajo, de carácter escéptico, no son nuevas «el pasado no sirve para predecir el futuro» o no siempre sirve para predecir el futuro...
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