In dubtio pro reo, es uno de los principios del derecho romano que aún se invoca ─cuando conviene, normalmente siempre se arrima el ascua a la sardina, incluso el Diablo cita las escrituras si le favorecen─ pero también, y ahí se entra en contradicción, existe el principio de precaución definido por la Unión Europea. El principio de precaución permite reaccionar rápidamente ante un posible peligro para la salud humana, animal o vegetal, o para proteger el medio ambiente. De hecho, en caso de que los datos científicos no permitan una determinación completa del riesgo, el recurso a este principio permite, por ejemplo, impedir la distribución de productos que puedan entrañar un peligro para la salud o incluso proceder a su retirada del mercado.
En algunos casos a este principio de carácter precautorio se le denomina in dubtio pro natura.
Como en otros muchos casos se produce una colisión de principios y se debe establecer cual tiene más fuerza, cual prevalece. Normalmente, siempre gana el que representa a intereses con mayor poder económico... Como Séneca, siempre se debe uno preguntar ¿Cui prodest?, y en la respuesta suele hallarse al culpable...
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