¿Padece tu cuñado del efecto Dunning-Kruger?

Seguramente, sí. Pero no solo tu cuñado. Y la cosa viene de antiguo. Ya Charles Darwin en 1871 dijo que  “la ignorancia genera confianza más frecuentemente que el conocimiento” y mucho antes "la ignorancia es muy atrevida" ....

Pues, bueno, hace tiempo que los psicólogos le han puesto nombre en la literatura científica anglosajona, se le denomina efecto Dunning-Kruger (1999).  

Se refiere tal efecto a la escasa capacidad meta-cognitiva, es decir, a padecer de un sesgo cognitivo que les hacer sentirse ilusoriamente con más conocimientos de los que realmente se tienen, de no conocer, de ignorar, que es lo que no conoces. De ser un idiota, vamos. Pero esa ilusión de superioridad les lleva a proclamar las más absurdas afirmaciones sobre cualquier tema del que se hable. Vamos de ser un incompetente, pero creerte un experto...y además, demostrarlo. 

Ahora que se aproximan las celebraciones navideñas, podemos referirnos a nuestro cuñado predilecto como aquejado del síndrome del efecto Dunning-Kruger, lo que viene siendo de toda la vida, nuestro cuñadismo...

¿Has tocado pelo?

Manolete mostrado a la afición las orejas y el rabo

Cuando alguien «toca pelo» significa que ha conseguido su objetivo, que ha hecho bien el trabajo. 

Hasta hace poco creía en un origen sicalíptico de la expresión --como la de que donde hay pelo hay alegría--, pero no. 

Su origen, su etimología es casto y forma parte del argot taurino, como muchas otras expresiones que aquí hemos tratado.

Cuando el diestro hace bien su faena se le otorgan las orejas y el rabo: «toca pelo»; es decir, toca el pelo de las orejas y del rabo del toro.