Con igualdad de armas. Pudiera parecer que se trata de un principio aplicable a los duelos. Aquellos duelos al Sol del lejano Oeste, como el de OK Corral en Tombstone, Arizona. En ingles, esos duelos se llamaban literalmente lucha de pistolas "gunfight".
Pero, no. Con igualdad de armas es una especie de brocardo, de los que ya hemos hablado aquí. Con igualdad de armas se quiere establecer el principio procesal en la realización de los juicios en los que ambas partes --acusación y defensa-- deben tener las mismas oportunidades y ser tratadas con igualdad por el juez para así garantizar un proceso judicial justo.
Se entra aquí en un terreno complicado, el de la justicia, del que aún no hemos hablado. La justicia, para ser tal, dicen que debe ser ciega. Es decir, que debe actuar conforme a la ley sin ver a quién se le aplica, sin ver, sin considerar quien es el encausado. Con un velo de ignorancia como diría Rawls. Pero eso es muy difícil, por no decir, injusto, paradojicamente. Además sabemos que la ignorancia suele ser muy atrevida. Es el debate entre justicia y equidad. No a todos se les debe dar lo mismo, no a todos se les debe de tratar por igual, no todos merecen lo mismo...
Con igualdad de armas se debe referir al inicio de todo, al punto de partida. Al iniciarse una carrera, todos debemos de partir del mismo punto, pero después cada uno realizará la competición según sus aptitudes, su esfuerzo, sus méritos. Y, por tanto, a la meta no todos llegaremos igual, al mismo momento. No podemos pretender que los resultados sean iguales, que haya empate.
La igualdad de armas se debe aplicar en el a priori, al principio; no en el a posteriori, en los resultados. Sino estaremos siendo profundamente injustos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario