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sábado, 29 de agosto de 2015

Viaje a Canossa


Viaje a Canosa
Pergamino hallado en Italia
(c. 1114).
Biblioteca Apostólica Vaticana
A las afueras de Canossa, municipio de la región de Emilia-Romaña, existe el castillo que lleva su nombre, y que pasaba por ser uno de los más inexpugnables de la Edad Media, donde se produjo la «reconciliación» entre Enrique IV, emperador del Sacro Imperio Románico Germánico, y el Papa Gregorio VII, en 1077. 

La historia cuenta que Enrique IV quería el poder de nombrar y cesar obispos y cargos eclesiásticos en su imperio, cosa que el Papa le negaba (La querella de las investiduras). En un primer momento el emperador consiguió derrocar al Papa; pero este recuperó su poder y le excomulgo. Enrique IV quedó en una posición delicada, excomulgado, sus vasallos no le debían fidelidad.  

Enrique IV, viajo a Italia (supongo que acojonado) como penitente a buscar el perdón del Papa. El Papa desconfió del viaje y dió por descontado que se trataba de una acción hostil y se refugió en el Castillo de Canossa

Pero finalmente se vió que iba como simple penitente en busca del perdón. Se cuenta que el Papa lo humilló (puteó) obligándolo a permanecer tres días y tres noches de rodillas bajo una intensa nevada antes de perdonarlo. 

Supongo que algún día me tocará hacer mi particular viaje a Canossa, solo espero que no sea tan crudo como el de Enrique IV

Actualmente se usa la frase como sinónimo de humillarse.

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